dijous, 16 de juny del 2011

Copago: forced indignitat

Sanidad valenciana

Sucede que me canso de ser hombre.

Sucede que entro en las sastrerías y en los cines

marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro

navegando en un agua de origen y ceniza.

(…/…)

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,

con furia, con olvido,

paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,

y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:

calzoncillos, toallas y camisas que lloran

lentas lágrimas sucias.

(Pablo Neruda, Walking Around)


Como voy a hablar de números, y nuestro conseller de educación ha decidido que las matemáticas se den en castellano, que es mejor, y no lo dice un cualquiera, ojo!, lo dice él, que es forense, pues cambio de tercio lingüístico. De hecho, determinados temas, si los toco -que está por ver- tendré que hacerlo en inglés -he ahí, los tres tercios, la santísima trinidad, el trilingüismo- y lo haré: antes partío que doblao! Y si no sé inglés, pues me lo invento. A lo que íbamos. Mi mujer es hija única, y digo esto por la necesidad que hemos tenido de recurrir a una persona para cuidar de mi suegra, en el hospital donde está ingresada, un par de noches en que nosotros no hemos podido hacerlo. La resistencia tiene un límite, y a lo que no me gustaría llegar es a dormirme encima de la bicicleta. Aunque la chica -una amable, cariñosa y atenta ecuatoriana- nos la buscó la residencia donde está ingresada mi suegra, y nos hace un precio especial, la cosa no bajará, cuando echemos cuentas, de los 300 €. Que qué falta hace que esté alguien por las noches o por el día? Pues toda, toda la falta que se os ocurra. Mi suegra no puede tocar el botón de llamada, no puede ponerse un vaso de agua, no come sola, y menos recostada en la cama, no puede avisar cuando hay que cambiarle el pañal, o tiene frío o calor o se le acaban los goteros, es decir, necesita una persona al lado de ella constantemente. ¿Cuánto llevamos pagado a la SS mi mujer y yo por las horas que pasamos nosotros o la cuidadora a su lado en el hospital? Nada que objetar al personal sanitario, hacen todo lo que pueden y algo más: dis-me que tot és humanament possible. Comprendo que el lunes noche perdieran el análisis de orina. Y que hace unos meses, cuando estuvimos por un amago de infarto, tuvieran que repetir los análisis porque las muestras de sangre se habían pasado. ¿Habéis visto El huevo de la serpiente de Bergman? ¿Os suena aquella escena donde los médicos nazis -un magnífico ejemplo de los monstruos de la razón- inyectan a un bebé una sustancia que le hace llorar constantemente y lo encierran con su madre en una habitación mientras filman las reacciones de ella? Acaba estrangulándolo y después, si no recuerdo mal, se suicida colgándose. No deja de ser curioso que no diera estos pasos al revés, no? Cuando algo nos desborda, lo eliminamos. Pero haced cuentas, a una media de 12 € la hora, 24 horas al día desde el lunes: ¿os parece poco copago las horas que invertimos en hacer el trabajo que otros no pueden atender? ¿Os imagináis adónde iría a parar la sanidad pública si los familiares decidieran que no tienen la obligación física -moral? sentimental, desde luego- de cuidar de sus enfermos, pues para eso ya están los hospitales, médicos/as, enfermeros/as y celadores/as? Recuerdo cuando a los 7 u 8 años operaron a mi padre de apendicitis, que no nos dejaron pasar a visitarlo. Sólo dos pases por enfermo y en horas de visita -lo que generó una sublime picaresca de acumulación de pases de enfermos inexistentes- y mi hermana y yo saludábamos a mi padre desde el jardín exterior del entonces buque insignia de la sanidad valenciana, La Fe, hoy cruel e insensatamente desmantelada, mientras mi padre nos saludaba como la Reina Sofía desde la ventana de su habitación. ¿Dónde quedó la restricción a la permanencia de familiares, sobre todo con aquellos que lo hacemos con personas mayores? Nos necesitan. Necesitan nuestra presencia, nuestro trabajo. Nuestro copago en especias. Como a los que somos donantes de sangre. ¿No hacen negocio con esto, no, espero? Ahora ya no cambian las sábanas todos los días. Puede que fuera algo exagerado, pero en personas con llagas en la espalda por estar encamados y que hacen sus necesidades en la cama, creo que la higiene no debería ser recortada. Así que llevamos empapadores -ya que los del hospital se agotaron- y los renovamos en cuanto es necesario. Las toallas del baño han visto morir a varias generaciones de valencianos/as, y su estado es deplorable. Apenas tienen rizo, si es que alguna vez lo tuvieron. Bueno, pondremos también las toallas. Así, cuando le lavamos la cara después de las comidas, la mujer siente algo suave en la piel y que además le quita la humedad. Ah!, los medicamentos. Que en el hospital no tienen. Recordáis? Y nos tocó llevarle el pastillero desde la residencia. Sí, ya sé, que los pone la SS, los medicamentos. Pero no todos. Algunos han ido quedándose por el camino. En concreto uno que necesita para la hidratación ocular, muy caro, que ya no entra en la SS y que tampoco ha sido sustituido por ningún genérico. Copago farmacéutico de pensionista. Las batas tampoco las cambian hasta que no dan asco, así que le llevamos algunas de casa. Hoy mismo, esta mañana, se han quedado sin repuestos para los medidores de glucosa -principal causa, la glucosa descompensada, por la cual ella está ingresada. Qué hacer? Pues bajar a la farmacia y comprarlos. Dicho y hecho. No hace tanto, recuerdo haber leído que en el hospital de Xàtiva, faltaba Betadine. Ya me estoy temiendo que nos digan que se les han acabado los pañales y tengamos que traer la remesa que tiene asignada en la residencia. A Adela, la anciana que tenemos a nuestro lado -ya os dije que son cuatro enfermos con sus camas, por ahora, por habitación- se le rompió anoche la cama y no podía ponerse incorporada. Tuvo que cenar medio apoyada en la pared de su izquierda. Después de esperar varias horas le trajeron otra que funcionaba aún peor. Bueno, como ya era tarde, pues que se acueste y a dormir. Mañana, dios dirá. Puede que penséis que exagero. Reconozco que soy aficionado a la ironía por hipérbole, pero Dolores, la anciana que está enfrente de nosotros ve constantemente gatos correr por toda la habitación. Parece que acumula dióxido de carbono y tiene que estar constantemente soplando en una bolsa, lo que le produce toda clase de alucinaciones y desinhibiciones. Mamá, ponte el tubo en la boca… Te lo pones tú en el coño… (sic) Hoy le han dado el alta (sic, también) Y la recién llegada del frente izquierda, gradúa sus Ay! Ay! según sea la hija o el hijo quien la cuida. Adivinad vosotros con quién eleva el Ay!. Costeado por Eugenia Viñes, a quien se le dedicó la calle adyacente, con el dinero heredado de su padre y su tío, traficantes de esclavos, el hospital de la Malvarrosa fue inaugurado en 1919 para sanar a las niñas escrofulosas. La que convenció a Eugenia de lavar el dinero fue su confesor, el Padre Luis Navarro, que también tiene calle en el Cabañal que tanto desea demoler Rita. Y se me ocurre que aquellas niñas hospitalizadas gracias al copago de los esclavos son hoy ancianas en un geriátrico donde mal mueren gracias al copago de otros esclavos, y que si los del 15-M se quedan sin estímulos -ya no digo argumentos, sino cosas más viscerales- que se den un Round Midnight por el hospital de Eugenia y volverán a indignarse como aquellos esclavos cuando se enteraron de que su sangre había financiado la loa a los señores -los prohombres y las prohembras- y el nombre de una calle. Y es que en la morgue con un poco de formol, sierra, bisturí, grapas y un par de pinzas se despachan las urgencias. Que se han acabado las grapas?... Bueno, no te preocupes, guarda los riñones como copago, lo otro no vale la pena. Total, hasta la fecha = + de 600 € Y no incluyo los impuestos que también pago para estos fines. Porque, lo que realmente es el copago es bipago o tripago. Pagar dos o tres veces por lo mismo. La razón es que una de ellas, como mínimo, va a Eventos y bolsillos varios. Y no os describo el baño de baldosas pintadas con pintura que fue verde y cae desconchada o las puertas desballestadas que se encallan y despiertan en la noche a los narcotizados más profundos o las mallorquinas originales descuadradas como muebles viejos que no cierran ventanas, para que podáis dormir en paz. Ecclestone! Ecclestone!, perdona la molestia, tú que entiendes de números, cuántas camas de hospital, reformas de baños y habitaciones hospitalarios, toallas, batas, enfermeros, cuidadores, mallorquinas, repuestos de glucosa, frascos de Betadine y otros medicamentos, empapadores, sábanas limpias… se pueden pagar con 19 millones de euros al año, 24 millones a partir del 2014? ¿Quieres que te lo diga en inglés, Bernie?

6 comentaris:

  1. Estic al·lucinant, no tinc notícia que això passi per aquí. Vaja, si més no en la meua comarca.

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  2. Doncs aquesta és la realitat amagada del "València, tenemos la fórmula"

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  3. Demasiado,parece de la postguerra total...enfín aquí hay que tomar la calle,por lo menos que se enteren.un beso muy fuerte.

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  4. Tenemos la agenda rellena de tantas convocatorias como fiel reflejo del nivel de indignación producido. Un beso.

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  5. Un incís, per si et serveix d'alguna cosa:

    Fa poc una oftalmòloga de l'hospital em va receptar "Hyabak" per a la hidratació de l'ull (llàgrimes artificials), que, efectivament, no entre a la SS. Però un altre oftalmòloga, aquesta del CAP (ambulatori del barri) em va dir que era perfectament substituïble per "Viscofresh", que sí entra a la SS. Un cop vaig acabar el primer, he continuat amb el segon.

    Clícide, no pateixis que no trigarà gaire a arribar el tsunami: la dreta "nostrada" no té res a envejar al PP a l'hora de aplicar polítiques neo-liberals.

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  6. Brian, gràcies pels consells. Conec el Viscofresh, perquè també se l'ha arribat a posar, però aquest és diferent. És una crema que poses en una porció com d'un gra d'arròs i va fent. No puc dir-te el nom perquè a hores d'ara la meua dona és a la residència, ja que avui li han donat l'alta a la meua sogra, i a casa no tenim ninguna caixa. Però varen visitar alguns foros a Internet i n'hi havia un bon grapat de malalts que estaven igual. Problemes de queratitis i d'altres que milloraven molt amb aquest tractament i ara no tenen altra solució que gastar una dinerada.

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