Adiós, muchachos,
compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Panceta, beicon, cansalada y cervecita,
debo alejarme de esta
buena muchachada.
Adiós, muchachos, ya me voy y me resigno…
Contra el porcino
todos se hallan…
Se terminaron para mí las botifarras,
mi
miedo al cerdo no resiste más…
Acuden a mi mente
aromas de otros
tiempos
sabrosos los momentos
que antaño disfruté
cerquita de mi boca
la
chuletita
y el jamón catalana
que tanto idolatré…
¿Se acuerdan que era
hermoso,
el bocata jugoso,
tomate, aceite y cerdo,
perfecta comunión,
mas
el Señor, celoso
lanzó su mano
y en un tonto descuido
me lo llevó?
Es OMS
el juez supremo.
Chorizos y chistorras.
Morcillas y cortezas
su ley han de
acatar,
pues mi vida peligra
con los mandatos
del entrecot, la güeña
y el
costillar también.
Codillos, solomillos,
salchichas y cecina,
tocino y
barbacoa
que nunca olvidaré
y al darles, mis amigos,
mi adiós postrero
les
da mi bici al tiempo
su bendición…
Adiós, muchachos, compañeros de mi
vida,
barra querida de aquellos tiempos.
Filete, pierna, osobuco y
cervecita,
debo alejarme de esta buena muchachada.
Adiós, muchachos, ya me
voy y me resigno…
Contra el vacuno todos se hallan…
Se terminaron para mí las
parrilladas,
mi cuerpo gaucho no resiste más…
Ah!, no. Que em diuen que no. Que no tot està perdut, amics. Ací baix,
l'antídot: